Quedamos asustados al final del primer día y, talvez, creo que todos nos hayamos sentido también impotentes. Agrego que, quizás, nos hayamos también avergonzado por la normal indiferencia en la que estamos sumidos frente a tantas situaciones del mundo y por una culpable ignorancia en la que preferimos seguir viviendo.

Hay tantas situaciones de injusticia, de violencia y de miseria humana que hay que encarar con auténtico realismo, sin camuflajes o ideologías.

Sin embargo, al mismo tiempo hemos experimentado que nuestro corazón aún es capaz, si justamente provocado, de indignarse y conmoverse. De indignarse hacia la prepotencia y de conmoverse ante quienes, sin publicidad, ayudan a los seres humanos en dificultad y son sensibles al sufrimiento, con tenacidad y perseverancia.

Voy a robar la pregunta que el Prof. Ceccarelli hizo en su conferencia: ¿Qué hay detrás o quién está detrás de este corazón que aún es capaz de indignarse y de conmoverse? ¿Qué hay detrás de este corazón frágil que busca el encuentro, que busca la verdad aun cuando la mentira tiene más medios de comunicación? ¿Qué hay detrás de esta insistencia y de este gasto de energías y recursos sobre el Tonalestate y del Tonalestate como lugar internacional de estudio, de trabajo y de vínculos que no sale en los grandes medios de comunicación? ¿Es tiempo desperdiciado, así como las exposiciones de pintura nos han invitado a reflexionar?

¿Qué se esconde pues y quién, en cambio, debería de aflorar? Y después de habernos encontrado, escuchado, conocido y aprendido unos de otros ¿qué nos espera luego, que no podemos dejar escondido y del cual no podemos desertar? ¿Cómo queremos venir y cómo queremos ver después de este nuestro encuentro?

Percibimos la necesidad de un cambio, percibimos la necesidad de dar un paso, de dejar algo y de agarrar algo diferente, como nos dijo Raniero La Valle. ¿Lo lograremos sólo con nuestras fuerzas? ¿Aunque sea distinguir entre lo que hay que dejar y lo que hay que retener? ¿Seguiremos teniendo fuerzas, sobre todo para luchar contra la indiferencia burguesa en la que a menudo estamos encerrados? ¿De dónde nos llegará la ayuda? ¿No nos sentimos también como aquella mujer con su plato vacío que pide ser llenado?

El primer trabajo es reconocer nuestra humildad: yo no sé todo y yo no soy todo, sino que necesito caminar, como se nos dijo, para encontrar, para ser encontrado.

No podemos conformarnos con alguna esporádica emoción frente a alguna escena triste, de veras necesitamos de una nueva humanidad que se mueva en las ciudades del mundo. Esta nueva humanidad seguramente no puede limitarse a criticar, corriendo así el riesgo de provocar el desinterés, muy difuso hoy, sino que debe de ser valiente en una propuesta y en una posibilidad reales de trabajo.

¿En este trabajo habrá lugar para el ágape? Otra palabra muy difícil que ha sido pronunciada en este congreso y que remite, en realidad, a aquel amor gratuito por el destino del otro. ¿Es una conquista o un don? ¿Es un cuento, una utopía, un sentimiento o es una real posibilidad de trabajo?

Humildad, ágape… no son, claro, estrategias o estratagemas de los que quizás esperaban que hablara el Tonalestate y quizás no estén satisfechos. Pero ¿cómo comprometerse, estudiar, investigar, conocer, hablar, denunciar y construir sin estas dos compañeras de vida? ¿Y cómo afirmar la unidad de todos los hombres, de hecho y no sólo con palabras, sin humildad y ágape?

La International Summer University del Tonalestate propone, no sólo durante el “summer”, sino por todo el año, un espacio y un camino internacional de ágape, con humildad, valentía y tenacidad, queriendo precisamente afirmar la unidad de todos los seres humanos, una unidad que se nos ha dado gratis y que gratis tiene que aflorar y sobre la que deseamos gastar todas nuestras energías y nuestro tiempo.

Si también ustedes quieren gastar sus energías y su tiempo en esta tarea, por lo tanto sin perder el tiempo, gratuitamente, entonces les invito a que trabajemos juntos permaneciendo en la misma frecuencia y sobre la misma frecuencia.

Sin embargo deseo que sepan, queridos amigos, que no estamos obsesionados por una victoria, sino únicamente tendidos en la búsqueda de la verdad que vuelve libres.

Quisiera, pues, despedirme con una expresión de la lengua china para agradecer de la presencia y del testimonio de los estudiantes chinos aquí en Tonalestate; hay una expresión china, dàtóng (大同), que describe una sociedad armoniosa donde todos viven de lo que han recibido gratuitamente, en la que se trata entonces al otro como hermano, en paz ¡así como es en Tonalestate!

¡Deseo a todos un buen trabajo común y espero vernos todos el próximo año!